El Arte de Dario Suro, 1953

Otra aportación cibaeña vino a la Capital con un mensaje nuevo. Se trataba de Darío Suro García-Godoy, natural de Concepción de La Vega Real. Como antes Yoryi, Suro vino a la Capital a exponer su obra realizada en la soledad y el aislamiento de su pueblo mediterráneo.

Dario Suro. Bodegón con arenques, oleo sobre tela, 1953

Muy joven, en su pintura aleteaba un ansia indefinida de perfeccionamiento y su pincel buscaba las modernas expresiones de la pintura. También traía él, paisajes tropicales, pero su trópico era el que correspondía al ambiente donde se había formado:país lluvioso, rodeado de montañas llenas de vegetación, donde la luz se hacía difusa y los contornos de árboles y objetos se esfumaban en el ambiente. Era una pintura melancólica, plena de poesía, de tonos suaves, tratada con gran cariño pero completamente abandonada del quehacer clásico.

Por consiguiente, trajo la discusión. Al principio, hubo un intento de rechazo para su obra. Los ojos no estaban acostumbrados a ver una pintura de tal naturaleza. Se impuso el arte y se impuso el artista: Darío Suro fue reconocido y aceptado

– Autor desconocido, La República Dominicana, 1953.