La Pintura en Nueva York: Adja Yunkers

Con el más simple de los medios, Yunkers ha alcanzado el máximum de intensidad pictórica. Es señalable este esfuerzo de Yunkers por traernos la visión de un mundo completamente propio, valiéndose de una técnica que, como la del pastel, estuvo siempre destinada para los trabajos de pequeñas o medianas dimensiones. Mas, en este caso, él ha logrado transmitirnos su nuevo mensaje en áreas de color que, por sus tamaños, y por sus calidades pictóricas, nos hacen pensar insistentemente en los murales al fresco. Sus últimos trabajos conservan ese encantamiento y suavidad que sentimos al contemplar las obras realizadas en tan antigua técnica.

Adja Yunkers. Paisaje, 1955.

Yunkers nos habla en un idioma absolutamente pictórico, al repartir el color en grandes masas verdaderamente relacionadas unas con otras. De este modo evita las posibilidades de caer en un expresionismo caligráfico, tendencia que Yunkers ha sabido desechar, precisamente, con la madurez de su arte y de sus conocimientos técnicos. Sus composiciones podrían figurar al lado de las mejores obras realizadas al pastel en el curse de su breve existencia histórica. Y esto no queda dicho como un simple juego de palabras, porque en el caso de Yunkers, estoy movido a escribir solamente por el valor que presentan sus obras, las cuales constituyen una prueba artística en un momentó crítico, que yo no tendría inconveniente en llamar encrucijada académica de la pintura abstracta contemporánea.

Por otra parte, sería conveniente enfocar la importancia de las obras de Yunkers y relacionarla históricamente con la de sus antecesores. La invención de la técnica al pastel ha sido atribuida a Thiele. Fuera éste su inventor, o como creen algunos Mme. Vernerin, la verdad es que ellos no crearon obras de un alto nivel artístico. Sin embargo, existen magníficos antecedentes de dibujos a color realizados por Guido Reni. También en el arte de los pueblos primitivos encontramos obras señalables, en las cuales se ha usado el dibujo a color como medio de expresión. Pero son, indudablemente, Rosalba Carriera y Quentin de La Tour, los primeros que comienzan a darle importancia definitiva al pastel. Más tarde, con Degas y Toulouse-Lautrec, es cuando en realidad esa técnica llega a obtener su libertad expresiva, esto es, cuando el pastel se separa de ciertos convencionalismos técnicos y entra de lleno en el plano de creación artística. Con los impresionistasel pastel adquiere la vivacidad y la frescura propias de su rica materia, al dejarnos obras sutiles, de una sorprendente fugacidad, que hoy nadie pone en duda. Mas todo ese pequeño mundo giró, hasta cierto punto, alrededor de un plano menor. En Lautrec estuvo siempre el pastel al servicio de la "ilustración", y si en Degas no fué así fué porque éste se convirtió en un sensible "narrador teatral", pese a sus grandes excelencias, que no fueron pocas.

Yunkers es, en mi opinión^ quien eleva el pastel a una categoría pictórica que nunca tuvo. Y esto es más importante de lo que a primera vista parece, porque a quien ha hecho pintura con un medio que no era el apropiado para llevar a cabo tan difícil empresa, hay que llamarlo, sin más ni menos : revolucionario. Y aún más, si pensamos que él ha utilizado un medio que, hasta cierto punto, resulta débil para realizar obras de grandes dimensiones. Yunkers ha revolucionado la técnica al pastel, simplemente porque él la ha elevado al máximum de su expresividad pictórica, cuando precisamente esa técnica ha ocupado un segundo lugar entre las otras técnicas pictóricas al uso. En términos más claros: Yunkers ha situado el pastel en el mismo nivel que ocupan el óleo y el fresco. Tarea de una importancia sin precedentes, si la juzgamos en el curso de su desarrollo histórico.

Incluir, finalmente, las últimas obras de Yunkers dentro del expresionismo abstracto me parece una lamentable equivocación, porque él se ha separado completamente de todo lo que pueda rozar con ese movimiento. Muy claramente podemos ver cómo Yunkers sacrifica "laexpresión" para darle cabida al color. Sus masas : impregnadas algunas veces del rojo más furioso o del gris más apagado, gravitan en su propió espacio, sin la necesaria existencia de los trazos caligráficos observables hoy día en la pintura abstracta. De ahí que los ejercicios expresionistas no sean visibles en sus obras. Afortunadamente, ésta ha sido la mejor escapada que Yunkers ha podido hacer del expresionismo abstracto. Sus pasteles están exentos de gestos. Las gesticulaciones pictóricas del teatro expresionista •—de herencia alemana—• han desaparecido por completo. Yunkers nos trae, en esta exposición de la Galería Rose Fried, otra experiencia romántica en la pintura abstracta contemporánea.

Publicado en Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 105, septiembre 1958. Via cervantesvirtual.com